

Pique – nique, los franceses utilizaban esta expresión para referirse a las personas que traían su propio vino mientras cenaban en un restaurante. El pique nique se fue transformando en un hábito de compartir y fueron los jardines de Versalles los primeros testigos de los picoteos que hoy conocemos como picnics.
Más allá de la ambientación que le vayamos a dar a nuestro picnic, siempre es linda la sensación de preparar comida casera para ese momento especial.
Para este picnic preparé una tarta de crema de girasol y me pareció una opción deliciosa.
Les comparto la receta:
Para la masa:
Utilizo dos tapas de una masa para tartas integral y vegana, la compro en el supermercado, pero ustedes pueden utilizar la que más les guste.
Para el relleno:
Crema de girasol
250 g de semillas de girasol ACTIVADAS
2 cucharadas de aceite de oliva
Una pisca de tomillo
1 diente de ajo
Pimienta negra
Sal
2 tazas de agua
Preparación: Llevar los ingredientes a la licuadora y licuar hasta obtener una mezcla cremosa.
Aceitar una tartera y colocar la primera tapa. Verter la crema de girasol .
En una sartén saltear:
2 cebollas blancas
Puerro en rodajas
Rábano morada
2 Berenjenas amarillas en rodajas.
Verter los vegetales salteados sobre la crema de girasol y esparcir bien sobre toda la superficie.
Agregar la segunda tapa y cerrar la tarta. Con un pincel pintar la masa con aceite de oliva y romero. Incorporar rodajas de rábano y berenjenas amarillas.
Llevar al horno moderado por 40 minutos.



